01 Dic D. Hume, Investigación sobre el entendimiento humano. Sección II, 5
«Pero aunque nuestro pensamiento parezca poseer esta ilimitada libertad, tras un examen más pormenorizado encontraremos que realmente está confinado dentro de límites muy estrechos, y que todo este poder creativo de la mente no es más que la facultad de componer, transponer, aumentar o disminuir los materiales que nos ofrecen los sentidos y la experiencia. Cuando pensamos en una montaña de oro, sólo juntamos dos ideas compatibles, oro y montaña, con las que estábamos previamente familiarizados. Podemos concebir un caballo virtuoso porque, a partir de nuestro propio sentimiento, podemos concebir la virtud; y podemos unir esta a la forma y figura de un caballo, animal que nos es familiar. En resumen, que todos los materiales del pensar se derivan de nuestra sensibilidad externa o interna; a la mente y a la voluntad les corresponde sólo la mezcla y la composición de aquellos. O, para expresarme en términos filosóficos, todas nuestras ideas o percepciones más débiles son copias de nuestras impresiones más vívidas.»
(D.Hume, Investigación sobre el entendimiento humano. Sección II, 5. Traducción de Vicente Sanfélix Vidarte.)