EPICTETO: ENQUIRIDIÓN

Epicteto: Enquiridión. Anthropos editorial, 1991. Trad. de José Manuel García de la Mora. (ca.100)
F. de Quevedo: Doctrina de Epicteto puesta en español con consonantes. (1635)

EPICTETO: ENQUIRIDIÓN

Capítulo XXII

Si deseas dedicarte a la filosofía, estate dispuesto desde ahora mismo a ser ridiculizado y burlado por muchos, que dirán más o menos: «¡De repente se nos volvió filósofo!», y «¿De dónde nos vendrá esta altivez?» Tú, por tu parte, no tengas altivez y atente a lo que mejor te parezca, [actuando] como destinado por Dios precisamente para este puesto. Piensa que, si perseveras en los mismos propósitos, quienes antes se reían de ti, esos después te admirarán; mientras que, si fueres vencido por ellos, recibirás el doble de irrisión.

QUEVEDO: DOCTRINA DE EPICTETO

CAPÍTULO XXIII (sic)

Si a la filosofía
y al estudio pretendes entregarte,
para poder en él asegurarte,
apercibe tu espíritu valiente
a las murmuraciones de la gente.
A la virtud la llamarán locura,
dirán que es fingimiento tu cordura,
llamarán tu modestia sobrecejo,
pero tú no le tengas, y el consejo
y el intento empezado
no le dejes, prosíguelo esforzado
despreciando su risa y vituperio,
pues Dios te puso en ese ministerio:
que, si en el perseveras, verás claro
que los que difamándote gritaban
te veneran, te estiman y te alaban.
Mas si del buen propósito desistes,
y otro camino popular intentas,
padecerás dobladas las afrentas.